Escritores de Basavilbaso: Actividades 2022 de la So.B.E.P

sábado, 19 de marzo de 2022

Actividades 2022 de la So.B.E.P

Nueva etapa de los integrantes de la Sociedad de Escritores y Poetas Basavilbasenses. Iniciando el 2022 los invitamos a sumarse a nuestro espacio.

¿Quiénes pueden sumarse? Escritores, poetas, compositores que deseen dar a conocer sus obras, compartirlas con otros creativos de las letras y trabajar para su divulgación en nuestro grupo.

Te esperamos.

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Poesías de los basavilbasenses

Pequitas (Libro "Vivencias")
de AMAO

Dulce muñequita
de tierna sonrisa
perdió sus dientitos
que a cambio de ellos,
el ratón Pérez,
le dejó monedas.
Tiene su carita,
con muchas pequitas
que le dan un "no sé qué"
a su rostro inocente,
semejan estrellas sin fulgor
sobre el cielo claro
de us blanca piel.
Su cabello oscuro
lacio y abundante
le da a su rostro
un marco adecuado.
Sus ojos de indefinido color
a veces verdosos, o como la miel,
completan el retrato,
de mi nieta adorada, su nombre:
Ayelén.

A mi madre (Libro "Vivencias")
de Roberto Fleitas

En sueños te veo bajar en raudo vuelo
en la luz de una estrella
que brilla desde el cielo.

Siento tus manos acariciar mi rostro
besarme las mejillas,
ensortijar mi pelo como lo hacías vos
y en un murmullo suave cantar el arroró.

Y en ese soñar hermoso
que estábamos juntos vos y o,
vinieron los ágneles del cielo
para llevarte de nuevo
aol lugar que Dios te reservó.
Al llegar el dia en plena claridad
desperté de ese sueño de niño,
y de nuevo me enfrenté
a la cruel realidad.

Los años han pasado
quedó en la lejanía la edad de la niñez,
solo en sueños te veo madre mía,
ya que despierto jamás volverá a ser.

En este tu día, Madre
levantaré la copa al cielo
colmada de amor.
Y en tu tumba dejaré flores
regadas con lágrimas de renovado dolor.

Mientras espero que llegue la hora
que el destino marcó,
se va acortando el tiempo
para seguir tu camino
y unirnos para siempre en el Reino de Dios.

Felicito a todas las madres
que en este día están junto a sus hijos
recibiendo su cariño con gran emoción,
y alas que se fueron
las recordaré a todas en una oración.

Canto al Supremo Entrerriano (libro "Así nos expresamos los de Basso")
de Eloy Guillermo Hiquis 23/8/74

Legendario y romancesco guerrero
gloriosa tu epopeya inmortal
numen y bandera de tus lanceros
atalaya de emancipación nacional.

De las selvas montieleras y llanuras
el gauchaje te acompañó bravío
por tu talento, empuje y bravura
comandante supremo de Entre Ríos

El pueblo con pasión estalla
al grito de mayo en libertad
manrchando al campo de batalla
para defender su patria potestad.

Con Artigas de glorias forjadores
guerrean a lanza en briosos corseles
lloran las guitarras de los payadores
cantando tu fama cubierta de lauresles.

Después del Pilar te ilumnina el deseo
de terminar la lucha fraticida
llevando como estandarte y trofeo
la pasión de libertad encendida.

Gris de angustia (Libro"Vivencias")
de Mónica Flores

Me he despertado gris esta mañana
con un gris de niebla, de angustia.
El sol está escondido,
en el jardín de mi corazón
las flores están mustias.

No entona sus trinos, el avecilla amiga
que me despierta cada mañana
o es acaso, que le contigié mi tristeza.

El día es gris, plomizo, asfixiante
como mi alma, en este día.
Me he levantado triste esta mañana.

A Entre Ríos
de Nilda Ch. de Pitura (Libro "Vivencias")

Entre Ríos mi tierra querida
cuna linda, donde yo nací,
hoy yo quiero dejarte mis versos
que con sólo mirarte aprendí.

Son tus campos de verde gramilla
la esperanza de aquel labrador
que sembró con amor la semilla
y el oro del trigo soñó.

....................................

Con el suave trinar del jilguero
nos regala su canto el zorzal,
la calandria con su melodía
y orgulloso silba el cardenal.

Sos mi tierra bendita, Entre Ríos
y yo nunta te voy a olvidar,
y te dejo este beso tan puro
como el agua en tu manantial.

Mis manos
de Josefa Lagocen de Volcoff (Libro "Dos Senderos")

Mis manos son toscas para trabajar
son suves y delicadas para acariciar,
tibias y animosas para acunar,
áperas y duras para la maldad.

Escriben y escriben, sin poder dejar
nada de lo mucho que debo guardar.
Son las que han mostrado en mi trajinar
mis pobres escritos, mi triste pensar.

Si son manos toscas, son por trabajar,
porque en ellas reflejo lo que puedo dar.
No importa, la vida es un comenzar.
Mis manos son puras y así seguirán

Aniversario (Libro "Dos Senderos")
de Sofía de Lourdes Fernández

Otro año transcurre por tus venas.
Sangre de piedra inquieta,
de tibio asfalto invernal,
bulle sin descanso y mueve
tu quietud cotidiana.
Despierta tus somnolientos barrios.
Juega con algarabía de fiesta.

¡Qué alegría volver a escuchar
los relatos conocidos!
Y aquellos alejados,
que en viaje de regreso,
saltan asombrados
de la galera del recuerdo.

¿Te acuerdas?
Humo, carbón, yunque,
estridente silbato negro
inundaba tu silencio.
Rieles, trocha, barreras,
dividieron tu cuerpo
uniendo un alma soñadora
para todo tu tiempo.

Hoy te quiero así,
crecida, dispersa, lenta.
Capaz de amar hasta morir
sin ser amada.
Capaz de dar hasta tu savia
sin pedir nada.
Capaz de transportarme
hacia elduro y esperanzado
comienzo de tu luz. Y verte
sonreir, mirando a los que vuelven
para compartir tu sueño de futuro.

El manantial (Libro "Vivencias")
de Delia F. de Scabini

Mucha agua, aguita fresca
que brota del manatial,
que corre por entre piedras
y refresca aquel lugar.
Agua clara y transparente,
cantando y cantado va
y allí las bestias cansadas
se acercan para abrevar.
Agüita fresca y muy pura
corriendo alegre ella va
por camino fragoroso
bajando del manantial.
En el cuenco de sus manos,
cual vasija singular
deposita agua fresca
que su sed ha de apagar.
Una viejecita pasa,
es oriunda del lugar
y contempla embelezada
el agua del manatial.
Este agua transparente
corría en el Uruguay,
procedía de una fuente
que manaba sin cesar.
Cerquita de Paysandú,
estaba ese manantial
de donde fluia el agua
embelleciendo el lugar.
Me contó aquella ancianita
que en su infancia, en el lugar
corría con sus hermanas
y siempre quedaba atrás.
Sus piesecitos de niña
y después de muncho andar,
refrescaba por la tarde,
las aguas del manantial.
Alli se quedaba un rato
sentada en el pedregal,
mientras lamía sus piernas
el agua del manantial.
Volví después a mi casa
y allí me puse a pensar,
el bien que hacía silenciosa
el agua del manantial.