Aunque llamamos escritores a quellas personas que viven de sus obras, no dejamos de celebrar el don de la palabra. Esa que nos pone románticos y nos transporta a los más hondos sentimientos, esa que nos mueve a recordar olores y sabores de otros tiempos, colores de paisajes, semblantes de personas o personajes que poblaron nuestra vida de pequeños. Esa palabra que nos moviliza la lágrimas que caen sin querer en rosadas mejillas o recorre sutiles huellas de la edad madura.
Por eso a nuestros poetas locales y de la zona, también los llamamos escritores, los consideramos dueños de nuestras inquietudes literarias y los saludamos en su día.
El día del escritor en nuestro país ha sido institucionalizado recordando a Leopoldo Lugones de quien les dejo una breve reseña biográfica.
Poeta argentino nacido en la Villa del Río Seco, Córdoba, en 1874 en el seno de un hogar de recia estirpe.
A raíz de un revés de fortuna de su familia, se trasladó muy joven a Buenos Aires donde inició una clamorosa
carrera como intelectual bajo el pseudónimo de "Gil Paz". Ardorosamente discutido o ensalzado desde entonces,
su actividad la ejerció también en el periodismo, ocupando varios cargos en su país y en el exterior,
que lo llevaron a radicarse en Paris en 1924.
En 1938 con enorme y trágica sorpresa de quienes lo querían y admiraban, se quitó la vida en Buenos Aires.
